Ahora mismo estamos en una coyuntura realmente escalofriante a nivel social, sobre lo cual no vamos a ahondar, y también con unas repercusiones económicas realmente impredecibles y con tendencia negativas. Veamos cómo aplicar la hiperautomatización en tiempos de crisis.
Cuando hablamos de momentos de crisis, llegando incluso a hablar de depresión, siempre tenemos en la cabeza repercusiones relacionadas con despidos de personas y contracción de la actividad. El ejemplo más cercano que tenemos es la pasada crisis del COVID 19 durante el año 2020.
De un estudio económico se derivaba que el 82% de los negocios familiares, es decir, PYMES, habían sufrido algún recorte de plantilla debido a dicha actividad. Haciendo zoom sobre estas cifras, el 67% de las empresas que se habían acogido previamente a un ERTE llegaban a recortar un 15%. Y no quedaba aquí, sino que un 6% de las mismas hablaba de recortes superiores al 30% de plantilla.
Más allá de la gravedad que supone el desempleo para nuestra sociedad y nuestras familias, desde un punto de vista profesional para las empresas supone una pérdida brutal de talento.
Recordemos que el problema de las crisis es que muchas veces nos centramos en el recorte a toda costa para intentar hacer que la empresa sobreviva. Todo esto al final tiene una repercusión clara: meter tijera por donde se pueda sin pensar en las consecuencias que puede tener a nivel competitivo para la empresa.
El papel de la Inteligencia Artificial
Sin embargo, la inteligencia artificial nos está permitiendo conseguir tener esos ahorros que necesitamos para poder apretarnos, sin que ello nos reste capacidad de dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes.
Por lo tanto, en estos escenarios de crisis conviene tener en cuenta siempre las distintas alternativas que la tecnología nos está brindando a día de hoy, para que la optimización se produzca en aquellas tareas necesarias, pero que no generan valor.
En Dost siempre hemos defendido y defenderemos que el activo más valioso de las empresas son las personas, puesto que son las que nos permiten desarrollar valor añadido de verdad y ventajas competitivas a largo plazo.
Por lo tanto, la hiperautomatización la entendemos como una potenciación del trabajo de esas personas, librándoles de aquellas tareas repetitivas y poco eficientes, para que realmente generen valor a través del desarrollo de actividades core para la empresa.
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